AWA-. Otoño-invierno es la temporada donde más llueve en México, los cambios meteorológicos están en su punto más alto y las fuerzas de la naturaleza se vuelven más intensas.
Septiembre marca el inicio del otoño en el hemisferio norte, y para nuestro país se traduce en una disminución paulatina de la temperatura, llegando en ocasiones a temperaturas de cero o menos grados. En esta estación comienzan a observarse cambios en la circulación atmosférica, por lo que aparecen fenómenos meteorológicos como los huracanes y las tormentas tropicales.
Formación de huracanes
Huracanes, tifones o ciclones, pueden recibir diferentes nombres según la zona en la que se producen, pero sus consecuencias suelen ser devastadoras. Los científicos los califican como bombas de energía que utilizan como fuente principal el aire cálido, por eso es que solo se forman en océanos de agua templada.
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El huracán puede llegar a tener un radio de unos 500 kilómetros de ancho, llegar hasta los 10 kilómetros de altura y alcanzar vientos sostenidos de más de 200 kilómetros por hora. Sin embargo, no aparecen en todas las zonas del planeta, esto se debe a que necesitan una serie de condiciones meteorológicas para que lleguen a formarse.
¿Qué condiciones necesitan los huracanes para formarse?
- Temperatura del mar. Es la primera condición, las aguas del océano superan los 26 grados centígrados.
- Baja cizalladura del viento. Para que pueda formarse y mantenerse un huracán es necesario que exista una baja cizalladura, sobre todo en las capas altas.
- Alta humedad. Se necesitan buenos niveles de humedad para producir evaporación que llegue a la atmósfera media.
- Onda tropical. Los huracanes del Atlántico se originan en la costa de África, allí se dan las condiciones necesarias para su formación.
Tips y recomendaciones
Antes
- Elabora tu plan familiar de emergencias.
- Identifica las rutas de evacuación y realiza simulacros.
- Mantente atento a los informes oficiales.
- Asegura techos puertas, ventanas y todo aquello que represente un potencial peligro.
- Ten lista reservas de alimentos, agua, medicamentos, radio, linternas y baterías.
Durante
- Acóplate al plan de emergencias.
- Desconecta la red eléctrica y de gas tras el paso del huracán.
- Permanece en un lugar seguro. Si tu hogar lo es, resguárdate y no salgas durante el fenómeno.
- Aléjate del cableado eléctrico, ventanas y estructuras frágiles.
Después
- Revisa tu plan familiar de emergencias y realiza las mejoras necesarias.
- Después del huracán, verifica las condiciones de tu familia y casa.
- Colabora con las labores comunitarias de limpieza y recuperación.
- Comprueba fallas eléctricas y posibles fugas de gas.
Mantente hidratado y no olvides cargar con tus botellas de AWA ante cualquier emergencia.
